jueves, 30 de mayo de 2013

¿El por qué de este Blog?

Evidentemente el centro, objetivo y base de este Blog y por tanto del I Simposio  Nacional que en Octubre tendremos en Murcia, España, y al que hacemos referencia es el mismo Cristo, porque además de las revelaciones dadas en las Sagradas Escrituras, la Tradición y orientaciones pastorales de la Santa Madre Iglesia, ha querido, Él mismo, insistir en la realidad de una de sus Bienaventuranzas, en la Misericordia. 

Y esto quiere decir que por muchos, muchísismos pecados que cometa la humanidad, por muy graves que sean, asesinatos, violaciones, abortos, abusos, etc etc, todos, absolutamente todos nos los perdona Dios, el mismo Cristo, siempre y cuando nos arrepintamos y pidamos perdón, porque Jesús es el Amor mismo, el Misericordioso.

¿Y cómo sabemos que esto es verdad?
Pues lo ha hecho el Señor sirviéndose de Santa Faustina, que fue monja católica polaca (1905-1938), a quien Jesús se le apareció por primera vez el 22 de Febrero de 1931. Sí, es Santa, canonizada el 30 de Abril del 2000 por el beato Juan Pabblo II, y por tanto digna de crédito, porque además, sus revelaciones las fue escribiendo en su Diario y han sido aprobadas también por la Iglesia y consideradas como verdaderas.


La Iglesia no obliga a creer en ello por no ser dogma de fe, pero no cabe duda que es un recurso muy valioso para nuestra salvación.
Tanto es así que la Iglesia ha declarado el 2º Domingo después de Pascua como el Domingo de la Divina Misericordia.

Y para ir conociendo de qué va todo esto, podemos visitar los siguientes enlaces:

directamente desde Cracovia:
Congregación de las Hermanas de Dios de la Misericordia:


Quién fue Santa María Faustina Kowalska?
http://www.santafaustina.info/

El Diario de Santa Faustina
http://www.corazones.org/santos/faustina_diario.pdf 

El rezo de la Coronilla de la Divina Misericordiosa  (es muy corta)
http://www.ewtn.com/spanish/prayers/misericordia/coronilla.htm 



LA FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA y María, como reza la Salve Regina, la oración mariana más difundida después del Ave María, es la Madre de la Misericordia.
Es la que conoce más a fondo el misterio de la Misericordia divina. Sabe su precio y sabe cuán alto es. En este sentido la llamamos también Madre de la Misericordia: Virgen de la Misericordia o Madre de la Divina misericordia.
Y que de este modo ha sido percibida por los devotos de todos los siglos queda demostrado por las muchas imágenes de María que abre su manto para acoger a aquellos hijos que se reúnen a su alrededor. Sin embargo, poco comprenderemos de este rol de María si no tratamos de entender, al menos con alguna referencia, el origen y el significado de aquella Fiesta de la Misericordia que nos preparamos a celebrar.
Como sabemos, ha sido introducida por Juan Pablo II, quien ya en 1994 había aprobado el texto de la Misa votiva “De Dei Misericordia”, permitiendo su uso en la Iglesia universal. Luego, al año siguiente, había celebrado él mismo esta Misa en la iglesia del Santo Espíritu en Sassia y sucesivamente, en el 2001, en plaza San Pedro. Pero el Papa Juan Pablo II, con este gesto, no hacía más que cumplir un pedido que el mismo Jesús había hecho a otra polaca, sor Faustina Kowalska cuando, al aparecerse a ella en febrero de 1931, la había invitado a pintar aquel ícono de la Divina Misericordia que ya todos conocemos. Añadiendo todavía otro pedido: “Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que la imagen que se pinte sea solemnemente bendecida en el primer domingo después de Pascua; este domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia. “Deseo que los sacerdotes anuncien mi gran Misericordia a las almas de los pecadores. El pecador no debe tener miedo de acercarse a mí… La desconfianza de las almas desgarra mis entrañas… a pesar de mi Amor inagotable no tienen confianza en mí. Ni siquiera mi muerte ha sido suficiente para ellos”.
 Karol Wojtyla, sensible a las manifestaciones sobrenaturales, había quedado impresionado por la experiencia que había vivido sor Faustina, experiencia en la cual evidentemente había visto un reclamo que el Cielo quería enviar a los hombres para ayudarlos a descubrir la característica fundamental del Dios cristiano y volver a ponerla en el centro de su fe. Sabemos también que precisamente por esto había seguido el desarrollo no siempre fácil de la devoción a la Divina Misericordia en el mundo, apoyándola de modo decidido cuando, subiendo a la Sede de Pedro, tuvo la posibilidad de hacerlo. Así, no sólo había abierto las puertas al culto del ícono y a la canonización de aquella que había sido el instrumento de difusión elegido por el mismo Jesús, sino que también había retomado con vigor, desde 1980, la reflexión teológica y pastoral sobre la Divina Misericordia, volviéndola a proponer al mundo con su encíclica Dives in Misericordia. En ella no se hace referencia a las revelaciones recibidas por Sor Faustina pero el vínculo es claro.

 Pero he aquí lo que es dicho en la encíclica a propósito de María: Nadie ha experimentado como la Madre del Crucificado el misterio de la Cruz, el pasmoso encuentro de la trascendente justicia divina con el amor: el «beso» dado por la misericordia a la justicia. Nadie como ella, María, ha acogido de corazón ese misterio: aquella dimensión verdaderamente divina de la Redención, llevada a efecto en el Calvario mediante la muerte de su Hijo, junto con el sacrificio de su corazón de madre, junto con su «fiat» definitivo. María, por eso, es la que conoce más a fondo el misterio de la Misericordia divina. Sabe su precio y sabe cuán alto es. En este sentido la llamamos también Madre de la Misericordia: Virgen de la Misericordia o Madre de la Divina Misericordia… Los susodichos títulos que atribuimos a la Madre de Dios nos hablan… de aquella que, a través de la participación escondida y al mismo tiempo incomparable, en la misión mesiánica de su Hijo ha sido llamada singularmente a acercar los hombres al amor que El había venido a revelar: amor que halla su expresión más concreta en aquellos que sufren… En ella y por ella, tal amor no cesa de revelarse en la historia de la Iglesia y de la humanidad. Tal revelación es especialmente fructuosa, porque se funda, por parte de la Madre de Dios, sobre el tacto singular de su corazón materno, sobre su sensibilidad particular, sobre su especial aptitud para llegar a todos aquellos que aceptan más fácilmente el amor misericordioso de parte de una madre. Es éste uno de los misterios más grandes y vivificantes del cristianismo, tan íntimamente vinculado con el misterio de la encarnación”.


A.M.G.D   y la   B.V.M




¿Cómo podemos poner en práctica 
nuestro Apostolado en la Divina Misericordia?

Con las obras de misericordia ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades :
corporales y espirituales.

Basta recordar que las Obras de Misericordia son 14:
7 Espirituales y 7 Corporales:

Espirituales
1. Enseñar al que no sabe
2. Dar buen consejo al que lo necesita
3. Corregir al que está en error
4. Perdonar las injurias
5. Consolar al triste
6. Sufrir con paciencia los defectos de los demás
7. Rogar a Dios por vivos y difuntos

Corporales
1. Dar de comer al hambriento
2. Dar de beber al sediento
3. Dar posada al necesitado
4. Vestir al desnudo
5. Visitar al enfermo
6. Socorrer a los presos
7. Enterrar a los muertos
Porque misericordia quiero, y no sacrificio
( Oseas 6, 6 )

LA FUERZA DE LA FE EN LA DIVINA MISERICORDIA
EN PARAGUAY, ciudad de ENCARNACIÓN











REACCIONES A LAS INVITACIONES AL SIMPOSIO 
Cartas enviadas a Juana María, madre de una carmelita, en Ávila, y que remitió el Programa del Primer Simposio de Apostolado de la Divina Misericordia a diversos conventos:

Las Carmelitas Descalzas "La Encarnación" en Ávila:

Monasterio de Mancera (Salamanca): 

Las Carmelitas Descalzas "La Aldehuela" en Getafe:
Jesús sea siempre con Ud. mi querida Juana María: recibimos su carta y mucho vamos a pedir para que haga mucho bien el Simposio de "Apostolado de la Divina Misericordia".
¡Cuánta necesidad tiene o tenemos de esta Misericordia del Corazón de Cristo!
Mi hermana vino hace poco y me dijo le diese recuerdos de su parte; se alegró mucho de que tuviera una hija en el Carmelo de Arenas.
Encomendamos sus intenciones a Nuestra Santa Madre Maravillas.
Muy unidas en el Señor. 
Firmado Mª Reyes del C. de jesús.

Monasterio de El Escorial:
Jesús esté en su alma, muy querida Juana María:
Me dice nuestra Madre que le ponga unas letritas en su nombre y de la Comunidad, contestando a su carta, cosa que hago encantada.
Le agradecemos mucho la confianza que nos muestran llamando a este "Palomarcito" pidiendo oraciones, motivo precioso que deseamos de verdad.
Como usted bien dice. nuestra vida va encaminada a santificarnos lo más posible, para de esa forma "allegarle" el mayor número de almas que podamos al Señor. Cuente que estaremos muy unidos.
A la hermana Teresa María la recordamos con mucho cariño. Nos dejó un buenísismo recuerdo de su estancia.


CORONILLA REZADA EN FÁTIMA POR EL ÉXITO ESPIRITUAL DEL SIMPOSIO 







En estas fotos podemos ver a Nati y Manuel, en su peregrinación a Fátima, donde tuvieron ocasión de participar en el Rezo de la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA, y donde pusieron frente a la imagen de Jesús de la Misericordia el deseo del éxito espiritual del nuestro Primer Simposio Nacionalde Apostolado de la Divina Misericordia en España (Murcia).




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